El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es un virus que ataca el sistema inmunitario del cuerpo. El sistema inmunitario se debilita, poniéndole difícil al cuerpo combatir infecciones y algunos tipos de cánceres. Si no se trata, puede causar SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Actualmente no existe una cura eficaz, una vez que se contrae el VIH, se tiene de por vida. Sin embargo, si la infección es diagnosticada pronto, con la atención médica adecuada, se puede controlar. Las personas con infección por el VIH que reciben tratamiento eficaz pueden tener una vida larga y saludable, y proteger a sus parejas. Los Centros de Control de Enfermedades recomiendan que todas las personas entre los 13 y 64 años se hagan la prueba del VIH al menos una vez. Pero si eres una persona con ciertos factores de riesgo debería hacerse la prueba al menos una vez al año.

El virus proviene de un tipo de chimpancé que vive en el África Central. Los estudios muestran que se pudo haber transmitido sobre finales de 1800, cuando los seres humanos cazaban a un tipo de chimpancé que vive en África Central. Los humanos cazaban a estos animales para alimentarse y entraron en contacto con sangre infectada. El virus se propagó lentamente por toda África y luego a otras partes del mundo.

La única forma de saber con toda certeza si tiene el VIH es haciéndose una prueba. Saber si lo tiene o no lo ayuda a tomar decisiones saludables para que prevenga contraer o transmitir el VIH.

Si crees que puedes haberte contagiado del VIH o que tienes riesgo de contraerlo, lo más recomendable es que acuda a su médico lo antes posible y que este realice un análisis de sangre. También puede acudir a un laboratorio para que le realicen la prueba, comprar una prueba rápida del VIH en la farmacia o acudir a alguna organización cercana donde realicen estas pruebas.

El VIH se contagia cuando la sangre o fluidos corporales, como el semen, el líquido preseminal o las secreciones vaginales o rectales infectados, entran en el cuerpo de una persona. Por tanto, el VIH puede contagiarse:

• Al mantener relaciones sexuales sin protección. (sobre todo, vaginales y anales)
• Al compartir agujas para inyectarse drogas o hacerse tatuajes.
• Al pincharse con una agua que contenga sangre infectada.

El VIH se transmite de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. La leche materna es un fluido que transmite el virus.

El VIH NO se contagia por:

• Compartir utensilios para comer o para beber (vasos, platos y similares)
• Darse la mano, abrazar, darse besos sociales.
• La tos o los estornudos
• La saliva, lágrimas, orina, escrementos, escupitajos, vomitos o sudor. (simpre y cuando no contengan sangre)
• Por el aire
• Utilizar el mismo inodoro
• Picaduras de mosquitos u otros insectos.

Cuando una persona se acaba de infectar con el VIH, puede presentar:

• fiebre
• ganglios linfáticos inflamados
• úlceras dolorosas en la boca o alrededor del ano o del pene
• dolor de cabeza
• erupción en la piel
• dolor en los huesos y/o en las articulaciones

Estos síntomas desaparecerán al cabo de pocas semanas. En los primeros años de una infección por el VIH, la persona infectada puede tener síntomas leves, como ganglios linfáticos inflamados. Puesto que los síntomas de una infección por el VIH pueden ser leves al principio, muchas personas pueden no saber que están infectadas. Y puede contagiar el VIH a otras personas sin saberlo. Pasados varios años, pueden aparecer otros síntomas, como los siguientes:

• diarrea
• pérdida de peso
• contraer un mayor número de infecciones
• contraer infecciones que son más graves de lo habitual

Sin tratamiento, una infección por el VIH puede conducir a un sistema inmunitario muy debilitado y acabar evolucionando a un SIDA. Las enfermedades que pueden ocurrir con el SIDA se llaman "enfermedades definitorias del SIDA". Entre ellas, se incluyen las siguientes:

• pérdida de peso muy rápida e intensa (llamada síndrome de desgaste)
• una infección de pulmón llamada neumonía neumoquística
• sarcoma de Kaposi (un tipo de cáncer de piel)
• linfoma (cáncer en las células del sistema inmunitario)

La adicción es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través del uso de una sustancia u otras acciones.

El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es un virus que ataca el sistema inmunitario del cuerpo. El sistema inmunitario se debilita, poniéndole difícil al cuerpo combatir infecciones y algunos tipos de cánceres.

La Patología Dual es el término que se utiliza para especificar lo que les sucede a las personas que sufren al mismo tiempo en algún momento de su vida, una adicción y una enfermedad mental.